Las ondas de Elliot es una teoría basada en el movimiento de los precios de los mercados financieros. Fue desarrollada por el economista estadounidense Ralph Nelson Elliot (1871 – 1948). Esta teoría hace parte de lo que denominamos análisis técnico y, por tanto, se ocupa de analizar la formación gráfica del precio de un activo. Veamos en detalle de qué se trata.
Principio.
Este asunto es sencillo. Por allá por los años 20 del siglo pasado, hace 100 años, un economista y contador llamado Ralph Nelson Elliot descubrió que los mercados no se movían de forma impredecible. Él decía que los mercados se movían en ciclos repetitivos e identificables. Para ello, Elliot se valió de los datos de la friolera de 75 años de mercado. Es un estudio serio, no como las pendejadas de los ridículos vendehumos.
En 1934, el estudio y las conclusiones de Elliot fueron volcados en el libro El principio onda donde explica su teoría en detalle. La teoría de las ondas de Elliot es muy extensa y ha dado lugar a numerosos libros y publicaciones. Se hace imposible exponerla en su totalidad en un simple post pero podemos ver sus componentes básicos.
Elliot aseguraba —y es cierto— que los mercados se movían en ciclos repetitivos debido a la psicología de las masas. Es decir, que los inversionistas actúan, dentro de los mercados, como un rebaño. Rebaño que comparte las mismas esperanzas y ansiedades; pánico y avaricia. Siendo así, es de esperar que los intervinientes del mercado, actúen de forma similar frente a los acontecimientos que se presentan.
Lo que la teoría de ondas de Elliot nos dice es que en los mercados encontraremos dos ciclos. Un ciclo alcista, conformado por 5 ondas y un ciclo bajista, conformado por 3 ondas. A su vez, existen dos tipos de ondas de Elliot: las ondas de impulso y las ondas correctivas. Parece algo complejo pero es muy sencillo de entender. Analicemos la imagen.
En el ciclo alcista tenemos las ondas 1, 2, 3, 4 y 5, donde 1, 3 y 5 corresponden a las ondas de impulso (a favor de la tendencia alcista). Las ondas 2 y 4, por su parte, corresponden a las ondas correctivas (en contra de la tendencia). Cuando termina la onda 5, comienza la fase bajista con las ondas a, b y c. Aquí, las ondas a y c son ondas de impulso (bajista, desde luego), mientras que la onda b es correctiva. Lo que nos dice la teoría de las ondas de Elliot es que este patrón se repite ad infinitum.
¿Y para qué sirve esta güevonada? Hombre pues para saber en dónde está parado. No pensará meter su dinero en un mercado que no entiende. Eso solo funciona en el sector público. Cada una de estas ondas tiene su razón de ser y debemos entenderlas.
Ondas de Elliot explicadas.
En esta imagen se aprecia mucho mejor el concepto. Puede dar clic para ampliarla. Lastimosamente, el ojo puede hacernos ver estos patrones en cualquier gráfico. Si juzgamos mal el momento del ciclo, podemos equivocarnos en la decisión de entrada o salida que tomemos. Por ello, es importante tener en cuenta ciertos aspectos de la teoría.
Comencemos por las ondas de la tendencia alcista (1, 2, 3, 4 y 5). Habíamos dicho que 1, 3 y 5 eran ondas de impulso mientras que 2 y 4 eran ondas de corrección. Sin embargo, para diagnosticar bien el gráfico, es necesario que se cumplan ciertas condiciones. Trataré de hacerlo fácil.
Observe con atención la longitud y las proporciones de cada onda. Fíjese, por ejemplo en la onda 3. Esta onda, la 3, siempre será la más larga de una tendencia. Si en su análisis la onda 3 es más corta, por ejemplo que la 5, usted está juzgando mal el gráfico. La onda 2 (correctiva) normalmente es aproximadamente un 60% de la onda 1 (impulso). Si se fija, hay una enorme diferencia entre las ondas correctivas 2 y A. Las dos son correctivas pero la onda 2 es mucho más pequeña que la onda 1 mientras que la onda A es casi del mismo tamaño que su predecesora, la onda 5. Esto se debe a que la onda 2 es un descanso sano en la dirección alcista mientras que la onda 5, por su parte, anuncia un cambio de tendencia.
El máximo de la onda 3 siempre tendrá que ser superior al máximo de la onda 1. En caso de no serlo, es necesario revisar nuestro análisis. Otro aspecto a tener en cuenta es que las ondas 2 y 4 alternarán su forma. Esto quiere decir que si la onda 2 es aguda, la onda 4 tenderá a ser más plana y viceversa. Por otra parte, las ondas 5 y 1 serán muy similares en duración (y nunca mayores a la 3).
Ahora onda por onda.
Cada una de estas ondas de Elliot, tanto las alcistas como las bajistas, tienen su razón de ser. Si entendemos lo que ocurre en cada una de ellas será más fácil identificarlas en la práctica.
Onda 1.
Es difícil de identificar. El volumen no aumenta lo suficiente para llamar la atención. Los analistas siguen pensando que aún queda espacio de caída.
Onda 2.
Muchos pueden pensar que se trata de una continuación de la tendencia bajista previa. Para que realmente sea la onda 2 no deberá extenderse hasta el punto de inicio de la onda 1. El volumen será inferior al hallado en la onda 1. Si aplicamos un indicador de Fibonacci, el retroceso no debe superar el 61,8%.
Onda 3.
Como ya lo dije, es la onda más larga de la tendencia. Las noticias sobre el activo comienzan a ser positivas y eso llama la atención de los inversionistas. En el punto medio de la onda 3, conocido como punto de Prechter, las masas se unen a la tendencia dándole un mayor impulso.
Onda 4.
Al igual que la onda 2, es correctiva. En este caso corrige el impulso extendido de la onda 3. El Fibonacci nos indicará un retroceso de (aprox) 38,2% de la onda 3.
Onda 5.
Marca el fin de la fase alcista. Todos parecen muy optimistas y eso la hace muy peligrosa. Los novatos se entusiasman y se suben a la ola, a menudo quedando atrapados en la cresta. Los inversionistas experimentados saben que es momento de tomar utilidades. Algunos indicadores técnicos como el MACD pueden mostrar divergencias.
Onda A.
Al igual que la onda 1, es difícil de identificar. Los inversionistas creen que se trata de una corrección sana para seguir la dirección alcista. Los inversionistas con experiencia ya están saliendo de sus posiciones. Esto aumenta el volumen y la volatilidad. Los indicadores técnicos serán consecuentes con el movimiento. Las noticias sobre el activo aún no son negativas.
Onda B.
Esta onda correctiva confunde aún más a los novatos. Piensan que es la reanudación de la tendencia alcista. El volumen de esta onda será inferior al de la onda A, claro indicativo de que no hay fuerza suficiente para continuar al alza. Esta corrección a menudo la podemos ver en la figura HCH.
Onda C.
El precio cae y el volumen se dispara. Ya no queda duda de que estamos en una fase bajista. Quienes quedaron atrapados en la Onda 5 entran en pánico. Algunos venden (regalan), otros se lanzan por la ventana, aquellos con mejor gestión emocional se aguantan el varillazo y esperan la reversión (que puede durar, semanas, meses o años).
Esto es a grosso modo, y de forma muy superficial la teoría de las ondas de Elliot. En la zona de descargas hay un enlace a un libro excelente sobre el tema. Tenga en cuenta que conocer las ondas de Elliot le ayudará a comprender el momento que atraviesa un activo pero no es suficiente para tomar decisiones sobre el mismo. Para tomar decisiones acertadas tendrá que conocer y usar otras herramientas como los indicadores técnicos, el análisis fundamental y hasta el sentido común. Hasta la próxima.