El 6 de agosto de 1991 se lanzó al mundo la primera web. El creador del prodigio fue el científico británico Tim Berners-Lee. Hoy, cuando podemos publicar cualquier cosa en segundos, nos parece que Internet ha existido siempre. No es así. Internet es una tecnología realmente joven y en constante desarrollo.
Un poco de historia.
En 1989, el CERN era el nodo de Internet más grande de Europa. Berners-Lee quiso entonces unir Internet y el hipertexto (HTTP y HTML). De esta mezcla surgió la WWW. Primero desarrolló varias ideas que no tuvieron mucho éxito, suele suceder, pero en 1990, con la ayuda de Robert Cailliau, hizo una propuesta que, a regañadientes, fue aceptada.
Berners-Lee creó el primer navegador (WorldWideWeb) y el primer servidor web httpd (HyperText Transfer Protocol Daemon). Es gracias a estos genios que usted puede publicar sus ridículas e insignificantes fotos en Internet. Cuando pienso en eso no sé si agradecerles o buscarlos para romperles las rodillas. En fin…
El CERN ofreció de forma gratuita tanto el software del servidor como del cliente, lo que provocó una difusión muy rápida de Internet. En 1992 había 26 servidores; en 1995 ya eran 200. ¿Cuántos serán ahora almacenando las fotos de sus gatos? En 1994, Berners-Lee fundó el W3C, con sede en el Instituto Tecnológico de Massachusetts MIT.
El W3C es una comunidad internacional en la que se trabaja para desarrollar los estándares Web y permitir el funcionamiento de Internet. Está liderado por Berners-Lee y el director general, Jeffrey Jaffe. Gracias a que este organismo decidió que los estándares de la Web fuesen libres y pudiera utilizarlos todo el mundo, Internet se ha convertido en lo que es hoy en día, con lo bueno y lo malo.
T. B-L, junto a su equipo, desarrollaron las ideas fundamentales que estructuran la Web y que han ido evolucionando hasta lo que hoy conocemos. Ellos crearon el lenguaje HTML (HyperText Markup Language), el protocolo HTTP (HyperText Transfer Protocol) y el sistema de localización de objetos en la web URL (Uniform Resource Locater).
Desde entonces, cada vez he tenido más claro que la red no debe ser propiedad de un individuo, de una empresa o de un gobierno: debe pertenecer a todos. De hecho, la red fue una expresión de valores que hoy muchas personas en esta reunión compartimos con los ciudadanos europeos. Derechos fundamentales como la libertad de expresión, de asociación, la dignidad humana, la protección de los datos personales, la no discriminación o la igualdad de género. —Tim Berners-Lee.
La primera web.
La primera página aún se puede visitar aquí. Era un sitio plano, sin iconos, animaciones ni maricaditas. Ni siquiera tenía la foto de un roll de sushi con la frase: «gracias Dios por tus bendiciones». ¿Por qué los científicos del CERN no usaron la primera web para mostrarle al mundo que podían pagar un plato de USD 8? ¿Acaso eran estúpidos?
La primera web solo contenía información. Me gustaría que todo volviera a ser así. Lamento mucho que esa gran evolución del pensamiento se haya convertido, por ejemplo, en Facebook, la cloaca más puerca. Es como ese familiar que tiene todo para ser campeón mundial de algo y termina en una acera mugrienta fumando pasta básica de cocaína.
Después de publicada la primera web todo fue muy rápido. Es decir, el degeneramiento fue muy rápido. Al principio, solo intercambiaban información los científicos. Después, nacieron los foros, muy útiles, hasta ahí iba bien; con el tiempo llegaron los blogs, comenzaba el declive y esa cuesta abajo nos llevó a las redes sociales. El peor error de Internet.
Ahora vamos en que cualquier imbécil sin nada que aportar se convierte en una voz válida. Pasamos de los científicos del CERN a los influencers, lamentable detrimento, penosa involución. Tal vez con la Web 3 volvamos a tener un Internet de valor, tal vez.
De la red inicial ya no queda casi nada. En la actual Internet compartir es un delito y opinar es peligroso. Los gobiernos y las grandes corporaciones vigilan a los usuarios y venden sus datos. Los internautas son tan solo ratas de laboratorio sobre las cuales se realizan estudios. Esto ya no tiene una función social. Aquí solo importa engañar, vender porquerías y manipular.
Con todo y eso quiero desearle un feliz cumpleaños a la primera web. Así todo haya ido para mal sé que la intención era otra.