En las películas y series de hackers los personajes chatean desde sus terminales de comandos. Letras verdes sobre un fondo negro. Cliché. Esto, aunque es parte de las licencias creativas de los libretistas, es algo que se hacía en los albores de Internet. Supongo que algunas personas seguirán chateando desde sus terminales como en el cine y solo por eso vale la pena saber cómo se hace.
De seguro todos recordamos la escena de Matrix en la que Neo se queda dormido frente a la pantalla de su ordenador. Al rato, en su terminal de comandos, letras verdes sobre un fondo negro, recibe el icónico mensaje: Wake up Neo… Despierta Neo…
Este mensaje, intencionalmente ambiguo, lo invitaba no solo a despertar de su siesta, también era una exhortación a conocer la verdad (si es que tal cosa existe).
Pero este post no es para filosofar como profesores de humanidades que votan socialismo y hieden a cuncho de café y cigarrillo Mustang, así que mejor sigamos con la práctica.
Cryptcat.
La herramienta que vamos a usar para chatear como en el cine se llama Cryptcat. Esta herramienta la vamos a utilizar en 2 equipos con GNU/Linux, específicamente dos equipos con las distribuciones Kali que ya traen Cryptcat instalada. Lo que haremos es crear una relación cliente / servidor entre ambas máquinas. Para la máquina servidora, la que escucha, usaremos el siguiente comando:
cryptcat -l -p 1234 -k FueraPetro
La orden -l pone la máquina en escucha; -p le indica el puerto destinado a la conexión y -k es la contraseña que uso en todas mis cuentas. El comando para conectar la máquina cliente al servidor será:
cryptcat 192.168.1.192 1234 -k FueraPetro
Se entiende perfectamente. Solo que cada uno tendrá que poner la IP de su servidor pues esa es la mía. Ahora las dos máquinas, cliente y servidor, se encuentran conectadas y listas para chatear como en el cine. Veamos qué se dijeron este par de viejos pendejos nostálgicos del pasado:
En la imagen anterior vemos la conversación que tuvieron las dos máquinas. Transcribo los mensajes del chat por considerarlos de vital importancia para el propósito de esta entrada:
Cliente: Wake up Stekel…
Cliente: Solo faltan: 59.788.800 segundos, 996.480 minutos, 16.608 horas, 692 días, 98,86 semanas, 22,74 meses o 1,89 años para que se largue ese malparido del Petro.
Servidor: Que suerte tenemos…
Cliente: No había tema para escribir hoy, cierto?
Servidor: Ni mierda, desperté más corto de ideas que un zurdo tratando de justificar la embajada de Benedetti.
Cliente: Entonces dejemos ya esto. Además es raro que usted se hable a sí mismo desde dos máquinas.
Servidor: De acuerdo, au revoir.
Cliente: Bye.
Y así, con esta sencilla herramienta es como podemos chatear como se hacía antes de que aparecieran las interfaces gráficas. Sé que no sirve pa’ nada pero es chévere saberlo. Hasta la próxima.
