Soy fascista

No me queda más remedio que admitir que soy fascista. Digo, lo soy si lo vemos desde la óptica bien-pensante que es el criterio predominante en occidente. Pueda que desde lo político y filosófico sea todo lo opuesto al fascismo pero para el credo dictatorial esas definiciones son pequeñeces sin importancia. Todo lo que se oponga al discurso bobalicón de la masa embrutecida es fascista y punto.


Fascismo.

El fascismo es, ante todo, una forma de gobierno​ de tipo totalitario, antidemocrático, militarista y ultranacionalista. Algo así como la dictadura cubana donde roban gobiernan los mismos carceleros desde hace 60 años y quien se oponga se hace merecedor a unas vacaciones en Boniato, Villa Marista o, si tiene suerte, en Isla de Pinos.

Soy fascistaIdeológicamente el fascismo es antiliberal y colectivista. Sostiene, al igual que los bien-pensantes, que lo colectivo (patria, nación o raza) es superior a lo individual. Propone además una organización estatal de la sociedad y una economía basada en la integración entre el Estado y la ciudadanía. Algo así como lo que desean todos los letrinoamericanos que claman por diplomas gratuitos, casitas cuadradas y grises y cirugías para la gripe.

Yo soy precisamente lo opuesto: creo que lo individual es superior a lo colectivo; que es la suma de progresos individuales lo que crea naciones prósperas y que el Estado debería ser pequeño, muy pequeño, pero eficiente; que no debe haber 84 parásitos entre el maestro y su alumno y, además, que la mayoría de impuestos son un robo. Sin embargo para los bien-pensantes soy fascista. Ellos defienden la dictadura cubana pero el fascista soy yo. En el mundo actual, donde las palabras no significan nada, ellos, quienes admiran la isla-cárcel son humanistas y yo soy fascista. Así estamos.

Y según esa fauna grotesca soy fascista porque no me trago sus tonterías. Ni una sola de sus idioteces merece validez para mí. No existe un solo postulado de esos cretinos que merezca ser tan siquiera considerado. Veamos algunas de esas imbecilidades que por no creerlas me convierten en fascista.


Cada uno en su lugar.

Nayib Bukele, el presidente de El Salvador, es para los bien-pensantes el mayor fascista del hemisferio. Es fascista porque puso a los asesinos, torturadores, violadores, secuestradores y extorsionistas en la cárcel. En la deformidad intelectual de los humanistas, quien viola y decapita a una mujer por ser de otro barrio debe ser castigado con una beca. Las personas, según ellos, se vuelven malvadas y empalan al prójimo porque no pueden estudiar bellas artes.

Alias Biohó. humanista.

El ejemplo más claro de esto lo tenemos en Colombia donde asesinar, extorsionar, secuestrar, masacrar, torturar y traficar se castiga con sueldos de 8 cifras.

Para la muestra tenemos al individuo de la foto. Su alias es Benkos Biohó y era comandante de un frente guerrillero de las FARC en el Chocó. El mismo frente que voló una iglesia con sus feligreses (127) adentro.

El castigo por mutilar, matar y calcinar a las personas de esa iglesia fue darle una curul en el congreso de Colombia y un sueldo anual que no cabe en una calculadora pequeña. Y así están todos sus camaradas: con sueldos del primer mundo y esquemas de seguridad no vaya y sea que sus enemigos los encuentren, los maten y nos priven de semejante capital humano tan valioso… No han pagado un solo día de cárcel ni lo harán porque, repito, lo que ellos hicieron no merece castigo. Al menos no para los bien-pensantes.

Quienes nos opusimos a que estas lacras fueran premiadas fuimos llamados fascistas. Fachos. Quienes pensamos que las personas que vuelan iglesias llenas de personas deben ir a la cárcel somos malas personas, fascistas. Ellos, en cambio, quienes los premian y los convierten en sus pares, son buenos. En el diccionario de ellos, de los buenos, la primera acepción de fascista es: malvado ser a quien no le gusta que quemen personas vivas.

Yo sí pienso que los criminales como ellos deben estar en una celda o en una fosa. No existe ninguna forma de legitimar que estas alimañas sacaron a miles de personas de sus casas y obligaron a sus familias a vender sus posesiones para liberarlos. Muchos de sus secuestrados murieron en cautiverio y aún así estos hijueputas cobraron los rescates. ¿Cómo es posible que ni uno solo de esos malparidos esté en la cárcel?


No son mujeres.

Soy fascista
Mujer, según ellos.

Muy a pesar de lo que aseguran los bien-pensantes, las mujeres trans no son mujeres. Esto no es una opinión, no es algo que yo crea, es un hecho verificable, contrastable e incontrovertible. No se trata del falo pues si se operan seguirán siendo hombres pero sin pene. Es un asunto de cromosomas y eso no se puede operar ni modificar con silicona. XX: mujer; XY: hombre. Es lo que hay.

Si un hombre se quiere disfrazar de mujer, está bien. Ni me incomoda, ni me escandaliza ni es mi problema. Eso sí, no me pidan que lo acepte en el mismo baño al que entra mi sobrina de 6 años.

Si yo me miro al espejo y veo un ornitorrinco 9 de cada 10 médicos estarán de acuerdo en que estoy loco. Sin embargo, si lo que veo es a una mujer, es porque nací en el cuerpo equivocado. Pensemos en eso… ¿Habrá algo más absurdo que nacer en el cuerpo equivocado? Eso no es posible.

En la gestación, los conductos mesonéfricos (de Wolff) se diferencian para formar el aparato genital masculino y los conductos paramesonéfricos (de Müller) formarán el aparato genital femenino. No hay más. En muy raras ocasiones una mutación dará al traste con esa diferenciación dando lugar a individuos con estructuras anatómicas atípicas pero ese no es el caso de les chiques que vemos en las esquinas repartiendo las enfermedades que rascan, supuran y huelen.

Por saber eso de Wolff y Müller soy fascista. La etapa embrionaria es fascista y también lo es la anatomía. La pelvis de hombres y mujeres es diferente. El cerebro masculino también es diferente de su par femenino y el sistema endocrino, por mencionar uno solo, tiene particularidades únicas para cada sexo. Su pelvis seguirá siendo la de un hombre así se ponga tetas de silicona o de trapo. Se puede disfrazar todo lo que quiera pero eso no va a cambiar.

No contentos con intentar convencernos de que las mujeres tienen testículos, ahora nos están imponiendo 1428 géneros más. A uno de ellos le llaman: no binario. Si nacer en el cuerpo equivocado es absurdo, ser no binario es la cima de la estupidez. Estos orates personajes no se identifican ni como hombres ni como mujeres. ¿Entonces qué son? Supongo que nada. menstrúan como mujeres y les sale barba como a los hombres pero no son nada.

¿Qué importancia tiene como se perciban? La forma como se perciban no cambia nada. Usted puede percibirse como una gallina pero nunca podrá poner huevos. Un hombre que se perciba como una mujer no necesita un ginecólogo, necesita un psiquiatra con urgencia. Es lo que haríamos con alguien que se percibe como un pato, ¿qué diferencia hay?


La deuda.

Soy fascista
Le debemos, según ella.

Tengo algunas deudas. Una con un banco, otra con una constructora y un par más con algunos particulares. Lo que si no tengo es eso que los bien-pensantes llaman la deuda ancestral que no es otra cosa que el embeleco con el que pretenden vivir de subsidios (o sea de robar).

Según ellos, todos tenemos una deuda con los indígenas, los negros y vaya uno a saber con quiénes más.

Pero yo no tengo deudas con ellos. No los conozco, no les he hecho nada ni les he quitado nada. Lamento mucho si otros invadieron su espacio, los maltrató y les robó pero no fui yo.

Cuando he ido a las que se suponen son sus tierras he pagado mis consumos a los precios por ellos establecidos. Más no puedo ni quiero hacer por ellos. Además, seamos sinceros, a ellos propiamente dichos no les hicieron nada. Quizás a sus tátarabuelos unos malvados feudalistas les quitaron sus tierras y los utilizaron como mano de obra barata pero, si a eso vamos, los romanos, los mongoles, los moros y otros tantos tendrían que indemnizar a medio mundo. ¿No será que los hermanitos mayores, como los llaman los bien-pensantes, quieren vivir del cuento como todos los parásitos zurdos?


La mayoría. 

Soy fascista
Homúnculo gustar fuego.

Si la mayoría de latinoamericanos están de acuerdo en algo es casi seguro que ese algo es un error. Los países latinoamericanos están, en su mayoría, habitados por cavernícolas que votan socialismo, ¿qué importa lo que piensen las mayorías? No es inteligente permitir que estos homúnculos participen en las decisiones trascendentales de sus naciones.

Una cosa es que, eventualmente, a esas mayorías se les permita tomar elecciones en asuntos intrascendentes como cuál cantante de música de borrachos se va a presentar en sus pueblos y otra muy diferente es que tengan voz y voto en, por ejemplo, asuntos económicos. Si por ellos fuera, recogerían toda la plata de la nación y la repartirían en partes iguales. La cabecita no les da para más.

La democracia es un error cuando lo que llevamos a las urnas es animales salvajes y bobalicones emocionales e infantiles. Y de ambos estamos llenos. En los países hispanohablantes hay muy pocas personas racionales. Miren no más a Colombia: vieron el desastre de causó el chavismo en Venezuela y el kirchnerismo en Argentina y votaron por un modelo idéntico. Lo que esas personas quieran no puede ser tenido en cuenta porque no tienen la capacidad intelectual de elegir con la razón. Que se distraigan viendo fútbol y realities donde cantan niños destemplados sin ningún talento y dejen que las pocas cabezas pensantes organicen esos mierderos de países.


Derecho de admisión. 

Soy fascistaSí, también soy fascista porque creo que los países deben reservarse el derecho de admisión. No veo razón lógica por la cual los países deban dejar entrar a su territorio lo peor que producen otras naciones.

Los mercados libres atraen el talento. Los cerrados lo espantan. En los paisuchos como Colombia, por ejemplo, hay tantas trabas para crear empresa y es tan difícil contratar a alguien debido a las enormes cargas impuestas por los parásitos que la gente se lleva su talento y sus ideas allende las fronteras. Sin embargo, una cosa es que su país llegue un programador de videojuegos y otra es que llegue un secuestrador. Y eso, lo segundo, delincuentes, es lo que más exporta América Letrina.

Y qué paradoja: se van de sus países donde les pagan salario, prima, cesantías, intereses sobre las cesantías, vacaciones, licencias remuneradas, parafiscales, recargos nocturnos y horas extras, entre otros, para países donde les pagan por horas. Lo que trabajó se le pagó. ¿Será que tanto hijueputa papel firmado y sellado no está funcionando?

Europa se llenó de musulmanes, América Latina de venezolanos y Estados Unidos de todo. Pobres países, los compadezco. Llegará el día en que deban reconocer que se equivocaron y deban tomar medidas drásticas aunque eso no repare los daños ya causados. Muchas de esas personas van por los países consumiéndolos. Son parásitos que se enquistan, se reproducen, matan al huesped y vuelven a migrar. Por ahora a muchos bien-pensantes les parecerá folclórico el asunto pero el tiempo me dará la razón.

Pues sí, soy fascista. Y me alegra mucho serlo.

Categorías: Libertario, Personal
J. Inversor

Escrito por:J. Inversor Otros posts del autor

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