Fecha de vencimiento

Se acerca la hora para que expire el software por el cual usted pagó cuando adquirió su computadora con Mierdasoft Windows. El software que le costó tiempo, que es vida, tiene fecha de vencimiento y sus desarrolladores decidieron que ya era hora de presionarlo para que cambie la versión de una misma porquería y, de paso, el equipo.


Porque muy seguramente su equipo con Windows 10 no cumple los requerimientos para correr Windows 11. Quizás lo instale o haga el upgrade pero pronto verá que anda lento, que crashea con frecuencia o que de plano sus programas habituales no corren. En la página de Mierdasoft lo dicen muy claro:


Como recordatorio, Windows 10 llegará al final del soporte el 14 de octubre de 2025. En este punto ya no se proporcionará asistencia técnica, actualizaciones de funciones ni actualizaciones de seguridad. Si tiene dispositivos que ejecutan Windows 10, le recomendamos actualizarlos a Windows 11, una experiencia informática más moderna, segura y altamente eficiente. Si los dispositivos no cumplen con los requisitos técnicos para ejecutarse en Windows 11, le recomendamos que se inscriba en el programa Windows 10 Consumer Extended Security Updates (ESU) o reemplace el dispositivo por uno que admita Windows 11.


No es un recordatorio, es una sentencia: el producto de muy escasas cualidades por el cual usted nos pagó ahora será más inseguro. Si ya de por sí ese sistema operativo es una coladera de malware no me imagino lo que será en uno o dos años. Quizás llegue a ser tan inseguro que al difunto Windows 10 debamos comenzar a llamarle Microsoft Bogotá.

Pero ellos en su comunicado le dan opciones: actualice a Windows 11 y si su equipo no lo puede correr, pues cambie el equipo. No podría decir cuál de las dos opciones es más ofensiva y desconectada de la realidad. Actualizar de W10 a W11 es como curarse la sífilis para contraer gonorrea. Cambiar el equipo no suena tan descabellado para un usuario doméstico de ingresos altos pero es una desgracia para una pequeña empresa que debe cambiar sus máquinas para que se adapten al nuevo embeleco.

Porque de eso se trata para los mercaderes de la mala tecnología: es el usuario quien debe adaptarse al software, no el software a sus necesidades. El producto por el que usted pagó ya no sirve, hoy ha llegado a su fecha de vencimiento y si quiere seguir usando sus maravillosas creaciones debe volver a pagarles la licencia que va implícita en el costo de la nueva máquina.

Esa nueva máquina vendrá llena de programas que usted no pidió, no quiere ni necesita. Pero así viene. Muchos de esos programas no se dejan desinstalar sin romper algunas funciones. Es decir, usted paga por la máquina y por el software pero no puede elegir qué lleva adentro. ¿En realidad ese aparato es suyo?

Ya en su nueva computadora verá que si quiere escribir una carta deberá pagar otra licencia. El Office se vende por separado, ni más faltaba. El antivirus también tendrá que comprarlo luego de tres meses de prueba gratuita y cada cinco minutos un anuncio emergente le recordará que puede adquirir más almacenamiento en la nube de la empresa por una módica suma mensual.

Usted puede optar por alternativas libres como LibreOffice pero de vez en cuando le fallarán. El código cerrado de su sistema operativo tiene unas líneas que harán que cualquier programa que amenace sus intereses corporativos falle. Eso ya lo vi en macOS, otra mierda de sistema operativo (aunque no tan mierda como las ventanitas).

Y si lo anterior no le parece lo suficientemente obsceno, el sistema operativo por el cual usted pagó también estará al tanto de todos sus movimientos dentro de él. A esta vulgar forma de espionaje le llaman telemetría y no es otra cosa que el seguimiento pormenorizado de sus actividades. Le explico: Windows recopila datos sobre cómo usted usa sus productos: qué botones pincha más, qué no usa con frecuencia (como el boton de Inicio en Windows 7 y que por ello fue eliminado en la versión 8), qué productos/servicios de terceros consume, etcétera. Luego ellos mismos, Microsoft, se envía esos datos usando los ciclos de su CPU y el ancho de banda por el que usted paga mensualmente.

Por supuesto esta vulgaridad se vende como algo positivo. Es la distopía orwelliana donde la guerra es la paz y se viola su intimidad para protegerlo. Para la empresa —y para no pocos defensores de esa cochinada— esto les permite analizar los errores y darles pronta solución. Qué más da si su privacidad es el costo a pagar por la estabilidad de sus acciones en la bolsa. Dice la empresa de espionaje que sus víctimas clientes pueden desactivar la telemetría pero si el usuario promedio de Windows no tiene la capacidad de encontrarse el culo con las dos manos mucho menos podrá modificar la configuración por defecto de su backdoor SO.

La opción real que beneficia a los usuarios no es actualizar a W11. Mucho menos es usar sus tarjetas de crédito para adquirir una nueva máquina que apenas cuenta con modestas mejoras con respecto a la anterior. Esas opciones solo benefician a los traficantes de datos fabricantes. La opción que en realidad beneficia a las personas y a su economía personal y/o empresarial es instalar versiones de GNU/Linux que le den otros diez años de vida a sus máquinas. Aquí le dejo 7 opciones que puede tener en cuenta pues son fáciles de instalar, fáciles de usar y con las cuales puede hacer casi cualquier cosa que hace con Windows.

Temas: G33ks, GNU / Linux, Libertario, macOS, Minimalismo
J. Inversor

Escrito por:J. Inversor Otros posts del autor

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