Llegaron los dividendos

Llegaron los dividendos

Por fin llegaron los dividendos (algunos) de la Bolsa de Valores de Colombia y, con ellos, mi plan de reinversión. Si bien mi portafolio de acciones colombianas sigue peor que la mierda, esta entrada ya me da un respiro. No es suficiente para llegar siquiera a paridad. Es más, con los dividendos, en el mejor de los casos, quedo en la misma posición en que estaba en el peor momento del 2022.

Los inversionistas colombianos estamos jodidos. Desde que ganó el demagogo Gustavo Petro todo ha ido en picada: la bolsa, la construcción, las aerolíneas, el turismo, el peso… Solo se salva el sector público porque los asquerosos burócratas ganan con cara y con sello.

Para el caso de la bolsa de valores, las ganancias obtenidas durante todo el 2021, y los primeros meses del 2022, desaparecieron, se esfumaron. Algunos títulos están cotizando a menor valor que durante la pandemia. Todo parece indicar que ese hijueputa charlatán es peor que un virus.

Empero, no vendo una sola acción. Por el contrario: compro las que más pueda. Eso sí, solo compro con los dividendos. Los excedentes de liquidez se están ubicando, mes a mes, en renta fija (CDTs) con rentabilidades de hasta el 16,2% E. A. No es gran cosa si se tiene en cuenta que la inflación se acerca al 14%, pero es mejor que dejarla en la cuenta corriente perdiéndose.

La semana pasada Terpel pagó un dividendo de $918,87 por acción. Bastante menos que el año pasado cuando pagaron $1.140. En mi caso, el actual dividendo representa un yield del 11% pues estoy invertido en Terpel, en promedio, en $8.720. No es malo pero no es suficiente para festejar.

Sin embargo, como Terpel ocupa la mayor posición en mi portafolio colombiano (42%), el valor nominal de ese dividendo es importante. Eso me permitió aumentar posiciones en otras compañías que aún no pagan su dividendo.

Es el caso del Grupo Energía de Bogotá (GEB). Gracias al dividendo de Terpel, GEB pasó de ocupar un 8% de mi portafolio a un 13% (de 38.270 acciones a 45.000). Esta empresa va a pagar un dividendo de $218, lo que para mí equivale a un yield de 10% pues estoy invertido, en promedio, a $2.200.

También compré más acciones de la misma Terpel aprovechando el descuento actual. Hay muchas dudas sobre Terpel, que si su deuda, que qué va a pasar ahora con la quiebra de las aerolíneas, que el demagogo va a perseguir los vehículos de combustión, etc. Creo que son cuestionamientos justos, algunos exagerados pero, en el mediano plazo, Terpel va a estar bien.

Aumenté en 25% mi posición en PF Corficol (pasé de 4.000 a 5.000 acciones). Esta empresa ha dado mucho de qué hablar por la reducción de su dividendo, pero, en mi caso, el dividendo actual de $1.368 por acción, equivale a un 10% pues tengo mis Corficol, en promedio, a $13.355. Adicional a eso, el P/VL de Corficolombiana es de más del doble de su precio actual.

Un título nuevo que incluí en mi cartera fue BAC Holding International. Esta compañía va a pagar un dividendo de $37,75 por acción y yo entré en ella en $226. Eso me da un yield del 17% y, según estimaciones, su P/VL es superior a $400. Otros múltiplos analizados me llevan a pensar que, a largo plazo, puede ser una buena inversión.

La otra especie en la que aumenté mi posición fue PEI. En mi portafolio PEI ocupa una posición marginal del 2%. Este vehículo me gusta mucho a pesar del mal momento que se viene para los negocios inmobiliarios. Pero aún así, si comparo el precio de la acción con su patrimonio se me hace irresistible.

Y ya para terminar y no dejar saldos ociosos, con unos centavos que quedaban compré unas acciones de Conconcreto. Ya sé que no parece una buena decisión pero lo hice para promediar. Estaba en Conconcreto en $328 y logré bajar ese promedio a $317. En volumen, casi un cuarto de millón de acciones, es una diferencia apreciable.

Llegaron los dividendos

En la imagen anterior está la nueva composición de mi portafolio de aciones colombianas. Las compañías apenas comenzaron a pagar y al día de hoy sigo –22,8%, muy lejos de paridad pero la estrategia se mantiene. Básicamente lo que estoy haciendo, es poniendo los dividendos a producir dividendos (capitalización compuesta).

Esto es lo único que podemos hacer quienes ya estábamos invertidos cuando ganó el mitómano embaucaimbéciles. El precio de las acciones por ahora no importa porque no vendo ni una. Sabemos que los títulos no mostrarán su valor justo mientras gobierne un zurdo empobrecedor. El tiempo dirá cómo termina esta desgracia llamada «progresismo» (que de progreso no tiene nada).

Categorías: Bolsa, Inversiones
J. Inversor

Escrito por:J. Inversor Otros posts del autor

Hackear es un acto noble y altruista porque trae a la existencia la multiplicidad inagotable de todos los códigos, sean naturales, sociales, computacionales o poéticos.