Cazador de estafas

El mundillo de las Finanzas Personales está repleto de payasos y timos. Internet ha facilitado las cosas para esa gentuza que vive de engañar incautos. Por fortuna, también existen personas como el profesor Maverik, un verdadero cazador de estafas, un muro de contención contra la avalancha de ratas que nos acechan en línea.


Cazador de estafasTe enseñaré a ser rico; te enseñaré la fórmula de la abundancia; en mi curso revelaré las claves de la libertad financiera. Mierda, mierda y más mierda. Subjetividades que nadie tiene y, por tanto, nadie les puede dar.

Deslumbrados por autos alquilados y mansiones prestadas, miles de imbéciles caen en las garras de los vendehumo. Avivatos, psicopátas más bien, sin ninguna consideración por los demás.

Y por fortuna para ellos, para los psicópatas, Internet está lleno de tarados. Idiotas por aquí y pendejos por allá. Retrasados, impedidos que creen a pie juntillas que sus deseos son sus derechos, que el mundo está en deuda con ellos y que el universo les concederá sus caprichos si vibran en la frecuencia adecuada.

Es precisamente a ese público, las presas fáciles, a quienes se dirigen los vendehumo. Personitas de todas las edades pero siempre infantilizadas; con creencias de tipo místicas, espirituales y demás tonterías etéreas; bálsamos de puerilidad para aliviar el ardor de la mediocridad. Torpes que creen que la riqueza se evidencia en el gasto y que con el auto que alguien conduce se puede inferir el valor de su patrimonio. Es decir, unos completos mentecatos fáciles de engañar.



Por suerte para algunos —aquellos que aún no están tan enajenados— existe el Profesor Maverik, el cazador de estafas en línea. Este individuo misterioso ha creado un canal de YouTube donde, con un estupendo sentido del humor, expone las estafas que cometen esos personajes caricaturescos que ahora llaman influencers. Esa fauna detestable que nació en la Internet 2.0 y que, por desgracia, llegó para quedarse.

Viendo a Maverik, el cazador de estafas, descubrí que existían unos personajes ridículos llamados Llados, Dalas, Delox, Salomundo y otros mamarrachos vergonzosos de esos que tanto pululan en Internet. Personas huecas y sin ningún talento real convertidas en celebridades por la masa de acéfalos que habita la red. Sin más, vayan al canal de Maverik, diviértanse un poco y aprendan a diferenciar la paja del grano.

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Hackear es un acto noble y altruista porque trae a la existencia la multiplicidad inagotable de todos los códigos, sean naturales, sociales, computacionales o poéticos.