Cypherpunks

La contracultura de los 70s, 80s y 90s, encarnada en los Cypherpunks sigue vigente y es hoy más necesaria que nunca. No se me ocurre un momento en el cual necesitáramos más la sabiduría de estos individuos que hoy. En este post veremos un poco de la historia y los aportes tecnológicos de los Cypherpunks.


No debemos confundir el género literario cyberpunk con la comunidad de Cypherpunks. Esto puede ser confuso. El género literario cyberpunk, enmarcado dentro de la ciencia ficción (ni tanto), plantea un escenario distópico donde la tecnología se usa para controlar a la sociedad. Algo así como lo que vivimos ahora mismo con la vigilancia extrema de los gobiernos y los gigantes tecnológicos.

En la otra orilla, los Cypherpunks, la comunidad, abogan por el uso de la criptografía, y otras tecnologías que protejan la privacidad y la seguridad, como herramientas para conseguir cambios sociales y políticos que beneficien a los individuos. Siendo así, podemos afirmar que el género literario y la comunidad tienen visiones antagónicas de la tecnología.

En el género literario cyberpunk, la tecnología beneficia a los gobiernos y a sus socios los traficantes de datos. En la comunidad de Cypherpunks, en cambio, la tecnología empodera y libera a los individuos. Son claramente visiones opuestas y, por desgracia para nosotros, va ganando —y por amplio margen— la aterradora visión distópica del género literario.


Orígenes.

Cypherpunks
Jude Milhon.

Cypherpunks es una palabra compuesta por los términos cypher, o cifrado, y punks, por el movimiento contracultural. En nuestra lengua se podría traducir como Rebeldes del cifrado aunque hay conceptos globales, como éste, que no necesitan ser traducidos a cada idioma.

Los Cypherpunks nacen cuando la informática comenzaba a dar muestras de su capacidad para influir, negativamente, en la sociedad. Tal vez la primera persona en utilizar el término Cypherpunks fue Jude Milhon (1939 – 2003), programadora autodidacta y activista defensora del derecho a la privacidad en el mundo digital.

Milhon fue parte importante y muy respetada de la comunidad. Sobre esto escribió algunos libros llamados: Manual de Cypherpunk: el verdadero libro falso de Cypherpunk y Hackeando el Wetware: el libro de almohadas de NerdGirl.

Otros miembros conocidos de la comunidad fueron / son John Gilmore, uno de los fundadores de la EFF; Eric Hughes autor del Manifiesto Cypherpunk (1993) y creador de una lista de correo muy importante que veremos más adelante; Ralph C. Merkle, uno de los creadores de la criptografía de clave pública; David Lee Chaum, desarrollador de los primeros proyectos de dinero electrónico eCash / Digicash. La lista de personalidad notables es interminable: Jacon Appelbaum (proyecto Tor), Andy Müller-Maghun (Computadora Caos) y Jérémie Zimmermann (La Cuadratura de la red), entre otros, también hicieron parte del colectivo.

Las mentes más brillantes de entonces, y también de ahora, coinciden en que la privacidad en Internet es un derecho violado sin cesar por gobiernos y gigantes tecnológicos como los que conforman Incordio. Ser Cypherpunks es entonces velar por tener una Internet privada y segura. Eso desde luego no podremos conseguirlo usando Facebook, Instagram, Gmail, Windows y demás empresas que conforman la mafia de los datos.


La privacidad es necesaria para una sociedad abierta en la era electrónica. Privacidad no es secreto. Un asunto privado es algo que uno no quiere que sepa todo el mundo, pero un asunto secreto es algo que uno no quiere que sepa nadie. La privacidad es el poder de revelarse selectivamente al mundo.


La razón de ser. 

La privacidad no era una prioridad en la Internet inicial. De hecho, sigue sin serlo para la inmensa mayoría de internautas que regalan sus datos a cambio de un poco de entretenimiento barato: cucharadas de mierda que degustan con avidez. Esa fue la preocupación inicial y la razón de ser de los Cypherpunks: que la información que enviamos sea vista únicamente por aquella/s persona/s legítimamente involucradas en el intercambio.

CypherpunksCuando hablamos de información tendemos a pensar en mensajes de texto, correos electrónicos, documentos, contratos, etc. Esta es una visión sesgada del concepto. Información en realidad es TODO lo que vemos.

Su foto de perfil contiene información. A simple vista, revela su raza y esto no es un detalle menor. Con ella se puede inferir su edad aproximada, identificar señas particulares, etc. Por detás de la imagen, en lo que no se ve, es decir en la metadata, se encuentra más información de mucho valor para aquellos que saben capitalizarla.

Su ubicación es información, sus transacciones también, sus compras definen mil cosas de su personalidad; con los tweets que marca como favoritos se puede generar todo un abanico de intereses monetizables. Con la música que escucha se puede asumir su estado de ánimo momentáneo y con sus búsquedas se puede asumir su estado de salud, entre muchas cosas más. Navegar en Internet de esa forma nos convierte en animales de exhibición que viven detrás de un cristal para el deleite de un público morboso.

Esto llevó a los Cypherpunks a crear algunas de las cosas que hoy nos procuran algo de privacidad. Comencemos por la World Wide Web creada por Tim Berners-Lee. Él y su grupo crearon el lenguaje HTML (HyperText Markup Language), el protocolo HTTP (HyperText Transfer Protocol) y el sistema de localización de objetos en la web URL (Uniform Resource Locator). Casi nada.

Otros aportes de los Cypherpunks a nuestra privacidad en internet son el cifrado SSL creado por Ben Laurie en 1998; el protocolo de acceso remoto seguro SSH (Tatu Ylönen); la creación de la Electronic Frontier Foundation (Mitch Kapor, John Gilmore y John Perry Barlow); la Free Software Foundation de Richard Stallman. Entidad encargada de promover el uso de software libre que pueda ser visto y modificado por cualquiera. Movimiento este que ha dado origen a proyectos como GNU/Linux, el mayor logro informático de todos los tiempos.

La lista sería interminable. Sin embargo, quiero centrarme en el que para mí es quizás el mayor aporte que nos han dado los Cypherpunks: la privacidad en el comercio y la libertad económica.


Cypherpunks y libertad económica.

Terminando los 80s y comenzando los 90s, un grupo de informáticos comenzaron a reunirse mensualmente en Silicon Valley (California) para discutir sobre privacidad, filosofía, política y criptografía. Para poder recibir los aportes de aquellos que no podían desplazarse hasta allí crearon una lista de correos. El objetivo de la lista era la conformación de un foro de discusión sobre las defensas tecnológicas para la privacidad en el mundo digital.

A esta lista adhirieron personalidades como Adam Back, Jude Milhon, David Chaum, Eric Hughes, Timothy C. May, John Gilmore, Fen Labalme, Julian Assange, Wei Dai, Lance Cottrell, Nick Szabo, Hal Finney, Richard Stallman, Romana Machado, Satoshi Nakamoto, Ron Rivest, Tatu Ylönen, Tim Berners-Lee y Ulf Moller, entre muchos otros. Todos compartían un espíritu sumamente libertario, pero con una preocupación constante por la privacidad. Libertad y privacidad. De eso se trataba el movimiento Cypherpunk original.

En ese sentido, uno de los temas a tratar era la necesidad de crear mecanismos de negociación descentralizados y de transferencia de valor que estuvieran al alcance de todos. Esa preocupación de los Cypherpunks, o más bien esa idea, se convirtió en lo que hoy conocemos como blockchain, Bitcoin y finanzas descentralizadas.

CypherpunksEchemos un vistazo a esto. Cualquiera que esté familiarizado con los conceptos básicos de Bitcoin captará al instante la relación entre estos sujetos y Bitcoin.

David Chaum es uno de los Cypherpunks más importanres. Es el verdadero creador del dinero digital con su eCash y DigiCash. En 1982 propuso por primera vez un protocolo de cadena de bloques. Este protocolo propuesto por Chaum es muy parecido al protocolo Blockchain de Bitcoin, solo que no incluía la prueba de trabajo. Bitcoin tiene muchísimo del trabajo de Chaum. David Chaum también introdujo las firmas ciegas, ideó mecanismos de comunicación anónima y exploró sistemas de votación confidenciales.

En 1998, Nick Szabo diseñó Bitgold, una moneda digital descentralizada basada en un sistema informático distribuido llamado tolerancia a faltas bizantinas (BFT). Esto nunca llegaría a implementarse, quizás por razones técnicas. Empero, en el White Paper de Bitcoin resulta muy clara la influencia de Bitgold en Bitcoin. Satoshi Nakamoto no menciona a Szabo en el documento pero es obvia la relación.

Wei Dai, otro notable miembro de la lista de correo, ideó B-money, una criptomoneda muy parecida a Bitgold pero que, para su producción, incluía un protocolo basado en prueba de trabajo. Es decir, requería del poder de cómputo como lo requiere la minería de Bitcoin. Ya estamos tomando forma.

No menos importante es Hal Finney. Hal trabajó como programador en la Corporación PGP y también fue desarrollador de videojuegos. Finney intercambió correos con Satoshi Nakamoto y contribuyó en el proyecto Bitcoin, especificamente en la detección de fallos y en el diseño de la prueba de trabajo. Hal Finney pasó a la historia como el receptor de la primera transferencia de bitcoins enviada por Nakamoto y por ser uno de los primeros mineros.

Cypherpunks¿Qué obtenemos si unimos los aportes de estos prodigios?  Cualquiera que haya leído al menos un libro sobre el tema sabe que esas personas crearon el sustrato de la blockchain y de Bitcoin.

Muchos otros Cypherpunks participaron en la creación de la criptoeconomía liderada por Bitcoin. Quizás una de las pocas islas de privacidad que aún nos quedan en un mundo cada vez más vigilado. Al menos por ahora es así.

Muchos se han devanado los sesos tratando de descubrir quién (o quiénes) es (o son) Satoshi Nakamoto. Para mí eso no tiene ningún misterio. Satoshi no existe como individuo, son todos ellos. Bitcoin es una creación colectiva que prefiere funcionar que figurar, prefiere el servicio a la gloria y hasta ahora ha cumplido. Yo les agradezco profundamente por sus aportes a la humanidad libre.


Para terminar, el Manifiesto. 

Categorías: Cripto, G33ks, GNU / Linux, Libertario
J. Inversor

Escrito por:J. Inversor Otros posts del autor

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