En días pasados el servicio de correo Proton se vio envuelto en una polémica por cuenta de un asunto ocurrido años atrás. Los internautas son noveleros y cada cierto tiempo reciclan las mismas tonterías. Pese a todo, y contrario al chismorreo virtual, lo cierto es que Protonmail es fiable. Al menos mucho más fiable que sus pares.
Contexto.
No tengo absolutamente ninguna duda. Protonmail es fiable. El bochinche reciente, armado seguramente por personas que no usan los servicios de Proton (o usan los gratuitos), obedece a dos casos puntuales. El primero, ocurrido en el año 2019, que llevó a la detención de un independentista catalán acusado de terrorismo. El segundo, ocurrido entre 2020 y 2021, que llevó a la detención de un activista francés, enfermito feligrés de la religión climática.
Para entender lo ocurrido es importante ver los casos por separado. En el primer caso, el del 2019, una orden judicial obligó a Proton a entregar la información con la cual un usuario, acusado de terrorismo, abrió su cuenta.
Los mensajes del usuario siempre estuvieron seguros, nadie los leyó (ni siquiera Proton). Sin embargo, el muy estúpido usó su correo de Apple como correo de recuperación. Con esa información, las autoridades solicitaron a Apple la información del usuario y la compañía de la manzana, entregó la información de su cliente.
Protonmail es fiable pero no es a prueba de estúpidos. ¿Qué clase de orate se involucra en esas actividades y se comunica a través de un servicio en el cual puso alguno de sus datos reales? Repito: Protonmail es fiable pero no está por encima de la ley. Las comunicaciones de este atarantado siempre estuvieron seguras. Si él mismo no hubiera mezclado sus datos personales con su actividad terrorista, ahí estaría batiendo la cola y berreando sus arengas bobaliconas.
El segundo caso es muy similar. Este caso involucra a un activista climático. Uno de esos genios incomprendidos que destruyen obras de arte para que todos vivamos mejor… Lo que ocurrió aquí fue que Europol OBLIGÓ a Proton a registrar la dirección IP del usuario. Esto es clave: obligó a registrar. Por defecto, Proton no registra nuestra dirección IP pero, en este caso muy particular, y bajo órdenes (coerción) de Europol y del Departamento Federal de Justicia Suiza, tuvo que hacerlo sobre una cuenta en particular, no sobre todas.
Proton recibe miles de solicitudes para acceder a la información de sus clientes. Solicitudes que, en la inmensa mayoría de los casos, son negadas. Algunas, como las vistas aquí, son imposibles de negar por la gravedad que revisten. Y aquí es muy importante que entendamos que la información que Proton se vio obligado a revelar, era información que los usuarios pudieron haber protegido.
En el primer caso, no es obligatorio usar un correo de recuperación. Y en caso de que lo fuera, nunca será obligatorio utilizar su correo real. Cualquiera puede sacar una cuenta para esos menesteres. En el segundo, ¿quién en su sano juicio enviaría comunicaciones tan delicadas desde su conexión desnuda? Una VPN, así fuera gratuita, de seguro le habría protegido. ¿Muy difícil entrar a su correo desde Tor Browser? ¡Solo es un poco más lento! Ese par de mentecatos se jodieron solos, selección natural, así de simple.
Conclusión.
Debo repetirlo: Protonmail es fiable pero no va a hacer su trabajo por usted. Cada uno de los usuarios de Proton sabemos para qué usamos nuestras cuentas. En mi caso, es mi cuenta laboral, aquella en la cual manejo asuntos económicos y, por tanto, privados. La he configurado de tal forma que me brinda la privacidad que necesito. No anonimato, privacidad.
Si mi actividad fuera tan delicada como la de los dos idiotas de los casos anteriores, de seguro utilizaría otra forma de comunicarme. Tal vez usaría Onionmail, o quizás correos temporales (direcciones desechables). Lo que sí es seguro es que si yo me dedicara a eso, no usaría el servicio de Proton con el descuido con que lo usaron ellos. Cuando se trata de privacidad, la responsabilidad es compartida entre el servicio y el usuario.