Espiar a los ciudadanos

A los parásitos gobiernos del mundo ya no les basta con robar a sus súbditos vía impuestos e inflación. El dinero que expolian a sus siervos los enriquece pero no les da el poder omnímodo que ellos desean. Para controlarlo todo necesitan conocer la vida privada de cada individuo. El siguiente paso en la distopía será espiar a los ciudadanos de formas 100% legales y, además, convencerlos de que es por su propio bien.


La reciente captura en Francia de Pavel Durov, CEO de Telegram, confirma lo que dije en el post Los 4 Jinetes. Bajo el ridículo sofisma de nuestro propio bien nos van a robar lo único que hasta ahora —a algunos— no nos habían confiscado: nuestras vidas privadas. No es un reto mayor para los parásitos pues la mayoría de ciudadanos, cada vez más embrutecidos por las letrinas sociales, le han entregado a los gobiernos y a sus socios de las corporaciones la información, minuto a minuto, de sus patéticas vidas.


El Estado te cuida. 

Espiar a los ciudadanosLos parásitos son predecibles. Después de que el gobierno español intentara (sin éxito) bloquear Telegram era previsible que otros gobiernos intentarían hacer lo mismo. La privacidad de sus vasallos les incomoda, es contraria a sus intereses.

Ahora es el Estado francés quien intenta sabotear a Telegram. España y Francia son dos naciones parecidas. Ambas son gobernadas por progresistas empobrecedores y ambas están invadidas por moros que defecan en las calles, violan mujeres por deporte y reparten puñaladas como abrazos.

Los cargos (12 en total) por los que detienen a Durov son de una imbecilidad apabullante. Complicidades varias entre las que, según ellos, se encuentran el blanqueo de dinero, tráfico de drogas, terrorismo y pornografía infantil entre otros. O sea Los 4 Jinetes de la estupidez más otras excusas igualmente torpes.

Según los parásitos franceses, el dueño de una plataforma es cómplice de lo que ocurra en ella. Siendo así, me temo que al amo Mark le espera una eternidad tras las rejas por los delitos que minuto a minuto se cuecen en su letrina social Facebook, la cloaca más puerca. Eso sin contar con las cientos de miles de estafas, amenazas y extorsiones que a diario se cometen en sus otros albañales llamados Whatsapp e Instagram.

Lo cierto es que todo eso es paja. La verdadera razón por la cual detienen a Durov es porque en el pasado se negó a cooperar para que Rusia y Francia pudieran espiar a los ciudadanos de sus respectivos países. No es una medida para proteger a la ciudadanía pues, en últimas, los ciudadanos debemos defendernos es de quienes escriben las leyes. Es una retaliación, una venganza contra quien no ha querido agachar la cabeza ante los asquerosos burócratas.

Cada día se hace más necesario aprender criptografía; leer acerca del minimalismo digital; compartimentar nuestra información en diferentes servicios; usar software libre; eliminar, hasta donde se pueda, nuestra huella digital; aprender criptoeconomía y reducir a lo mínimo nuestra presencia en Internet, al menos nuestra presencia a título personal.

La tecnología avanza más rápido que la burocracia y quizás cuando ellos logren cerrarnos un servicio ya tengamos otro más robusto que lo reemplace. Ellos tienen el poder coercitivo, la violencia del Estado financiada con el dinero que nos roban mediante impuestos e inflación y, con esa violencia, intentarán quitarnos cualquier espacio de privacidad que nos quede. ¿Podrán? Seguramente sí, pero no será fácil.

Categorías: Libertario, Minimalismo
J. Inversor

Escrito por:J. Inversor Otros posts del autor

Hackear es un acto noble y altruista porque trae a la existencia la multiplicidad inagotable de todos los códigos, sean naturales, sociales, computacionales o poéticos.