Acabo de terminar el libro Privacidad es poder de Carissa Véliz y, aunque no encontré allí nada que ya no supiera, sí me confirmó que, el minimalismo digital y el anonimato, son los caminos correctos si queremos marginarnos de la sociedad de la vigilancia y disfrutar de una experiencia en línea saludable, segura y productiva. En este post dejaré algunos fragmentos del libro que nos pueden exhortar a hacer algunos cambios.
Es bien sabido lo que pienso de las redes sociales. Sin embargo, no son solo estas plataformas quienes están acumulando y vendiendo sus datos. De hecho, la inmensa mayoría de los sitios que usted visita a diario lo están haciendo. Es más, es posible que su médico, o su hospital, estén compartiendo su información con algún laboratorio. Sí, leyó bien, su médico. ¿No me cree? Piénselo…
Estamos siendo vigilados constantemente y ahora ni siquiera se molestan en ocultarlo. En el ascensor del edificio donde vivo, no bien entro a la cabina, encuentro un anuncio que me informa que Estoy siendo monitoreado las 24 horas. Por seguridad, claro está, todo este seguimiento, vigilancia e intromisión en nuestras vidas privadas es por nuestro propio bien… Ellos siempre tan considerados.
Camino por el estacionamiento y antes de subir a mi carro ya he sido captado por dos cámaras más y, antes de salir del edificio, otra cámara advierte que soy yo quien conduce el vehículo y no un espía ruso llamado Igor. Saben todo de nosotros y nosotros no sabemos casi nada de ellos.
Hace poco estuve en Nueva York y me llamó muchísimo la atención que, cuando llegué a la ventanilla de migración, el oficial me llamó por mi nombre antes de abrir mi pasaporte. Desde el momento en que usted compra el boleto de avión, en su país de origen, en el país de destino ya lo saben todo sobre usted. Supongo que los gobiernos tienen derecho a saber quien los visita pero no deja de ser surrealista y distópico. Más que todo distópico.
Desde el momento en que el Estado comenzó a interesarse por nuestros datos personales, dejó de tener aliciente alguno para regular la protección de la privacidad. Al contrario: cuantos más datos recolectaran las empresas, más potente podría ser la vigilancia gubernamental y más atentados terroristas podrían prevenirse… en teoría […]
El poder que resulta de conocer detalles personales sobre alguien es un tipo de poder muy particular, pero también brinda a quienes lo tienen la posibilidad de transformarlo en un poder económico, político o de otra clase […]
Carissa Véliz. Privacidad es poder.
Pero, ¿quién nos vigila? Todos y todas. ¿Alguna vez leyó la política de privacidad de los sitios donde introdujo voluntariamente sus datos? En la mayoría dice claramente que sus datos podrían ser compartidos con terceros. Podrían… Bonita forma de usar un condicionante. La red social, el diario al cual se suscribió o el servicio de alertas meteorológicas cruzarán sus datos con otros, y estos a su vez con otros y así ad infinitum. Su información ya se encuentra en inmensos centros de datos.
Nuestras vidas, traducidas en datos, son la materia prima de la economía de la vigilancia. Nuestras esperanzas, nuestros miedos, lo que leemos, lo que escribimos, nuestras relaciones, nuestras enfermedades, nuestros errores, nuestras compras, nuestras debilidades, nuestros rostros, nuestras voces… todo sirve de carroña para los buitres de datos que lo recopilan todo, lo analizan todo y lo venden al mejor postor […]
Muchos de los que adquieren nuestros datos los quieren para fines perversos: para delatar nuestros secretos a las compañías aseguradoras, a los empleadores y a los gobiernos; para vendernos cosas que no queremos comprar; para enfrentarnos unos contra otros en un intento de destruir nuestra sociedad; […] La sociedad de la vigilancia ha transformado a los ciudadanos en usuarios y en sujetos de datos […]
Carissa Véliz. Privacidad es poder.
Al final eso somos: unos datos, un perfil monetizable en la red social, un enfermo para la farmacéutica, un dossier para el gobierno. Además, llevamos al fisgón en el bolsillo. Ese aparatito luminoso y sonoro tiene, por defecto, activadas todas las configuraciones de seguimiento. Todos los teléfonos son inseguros. Unos más que otros; Android más que iOS, pero todos, en mayor o menor medida, roban extraen y monetizan sus datos.
Se pueden detectar problemas de memoria a partir de la rapidez con la que las personas escriben en sus teléfonos, los errores que cometen y la velocidad con la que se desplazan por su lista de contactos […]
Se han usado los «me gusta» de Facebook, por ejemplo, para inferir la orientación sexual, el origen étnico, las ideas religiosas y políticas, los rasgos de personalidad, la inteligencia, la felicidad, el consumo de sustancias adictivas, la condición de ser hijo de padres separados, la edad y el género de las personas […]
Se pueden usar las pautas del movimiento ocular para detectar la dislexia. El paso al que caminas, medido por el acelerómetro de tu teléfono inteligente, puede utilizarse para inferir tu esperanza de vida […]
Tus publicaciones en Twitter y las expresiones de tu rostro pueden usarse para descubrir una depresión. La lista continúa, pero ya te puedes hacer una idea. Muchas empresas, e instituciones, están empleando de forma sistemática tus señales externas para inferir información privada acerca de ti […]
En 2019, en un estudio de más de 82.000 apps preinstaladas en más de 1.700 dispositivos Android fabricados por 214 marcas diferentes, se descubrió que estos teléfonos son increíblemente inseguros […]
Carissa Véliz. Privacidad es poder.
Sin embargo, incluso quienes tenemos desactivadas las configuraciones de seguimiento, podemos tener al enemigo en casa. Alexa, el asistente de Google o el HomePod de Apple hacen mucho más que recordarnos los pendientes. Capturan nuestras conversaciones, nuestras búsquedas, nuestras tareas y crean con ellos un perfil monetizable. Con un agravante: ahora no solo estamos regalando nuestros datos. También exponemos los datos de aquellos con quienes vivimos o nos visitan.
Piénsatelo bien antes de comprar un asistente digital como Alexa o Google Home. Al introducir micrófonos en tu casa, puede que estés destruyendo la intimidad que tienes con tus seres queridos. Si ya posees uno de estos asistentes, puedes desconectarlo (son magníficos como pisapapeles). Si decides quedarte uno de esos espías, asegúrate de estudiar bien sus opciones de configuración y elegir las de mayor privacidad […]
Carissa Véliz. Privacidad es poder.
Y no solo los artilugios luminosos de los grandes mercaderes de datos, Como Google o Apple, nos espían. Cualquier equipo electrónico, conectado a Internet, podría estar acumulando, organizando y vendiendo su información privada. En la era de la vigilancia la discreción es un valor obsoleto. ¿Para qué necesitamos una tostadora inteligente?
Es probable que tu televisor esté recopilando información mediante una tecnología llamada «reconocimiento automático de contenido» (ACR, por sus siglas en inglés), que trata de identificar todo lo que ves por televisión y envía los datos al fabricante del aparato, a terceros, o a ambos. Unos investigadores descubrieron que un televisor inteligente de la casa Samsung se había conectado a más de setecientas direcciones de internet después de solo quince minutos de uso […]
Carissa Véliz. Privacidad es poder.
En mis navegadores uso bloqueadores de seguimiento. Hoy, después de leer las noticias y buscar un par de plantillas de productividad, revisé el resultado: el diario El Tiempo, 16 rastreadores; Plantillas Notion, 15 rastreadores. Este sitio, mi blog, tenía 3 rastreadores. Uno de ellos era el plugin que permitía compartir el contenido en las redes sociales. Qué paradoja… Ya los eliminé y actualicé la política de privacidad.
52% de los sitios visitados en esta sesión contactaron rastreadores. La sesión duró lo que tardé en tomar dos cafés. ¿Cuánta información nuestra circula sin autorización? There ain’t no such thing as a free lunch. ¿De qué viviría el diario y la web de plantillas si su contenido es gratis? ¿Gratis?
Edward Snowden denunció el funcionamiento de la vigilancia masiva y tuvimos noticia de todo ello gracias a Laura Poitras, Glenn Greenwald, Ewen MacAskill y el diario The Guardian, dirigido en aquel entonces por Alan Rusbridger. Carole Cadwalladr, de The Observer, desveló las operaciones de Cambridge Analytica y dio a Christopher Wylie un altavoz con el que hacer pública su denuncia […]
Lee y apoya el buen periodismo; forma parte integral del autoempoderamiento de los ciudadanos frente al poder de las grandes empresas y los estados […]
Carissa Véliz. Privacidad es poder.
Creo que por ahora es suficiente información para ponerlo/a a pensar. Si usted ya ha estado en mi sitio sabrá que he escrito varios artículos enfocados en la privacidad. Si es su primera vez lo/a invito a leerlos. Tal vez en otra entrada unifique todas las acciones que tomo para navegar con seguridad. Si desea adquirir el libro de Carissa Véliz, y es muy recomendable que lo haga, puede comprarlo en este link. Hay versión física y versión para Kindle. Hasta la próxima.
